miércoles, 7 de noviembre de 2012

Curro y Alejandra


Cada vez que recuerdo la boda de esta pareja, termino riéndome al evocar uno de los momentos de conversación con la novia. Ella insistía en darnos las gracias por el día de trabajo, y yo en devolvérselas por haber sido los primeros clientes que me contrataron para su reportaje de bodas. Ella, que dejásemos ya de hacer fotos, que disfrutáramos, y nosotros tan en deuda que no pudimos guardar la cámara hasta que se nos agotaron las tarjetas de memoria...

Cuando nos contrataron, llevábamos apenas tres meses abiertos y ninguna boda aún fotografiada en Melilla. Nada que enseñarles, salvo algún trabajo realizado en la península. Ni siquiera (creo) teníamos aún nuestra página en facebook. Y ella nos dijo sí. Sin más. A ciegas.

Si no hubiéramos estado tan "en familia" con ellos, seguiríamos agradecidos. Pero es que, además, se portaron genial de principio a fin con nosotros. Y esas son las pequeñas cosas que hacen que este trabajo tenga sentido. La única pena es no haber tenido más manos para retratar más momentos bonitos. Así que desde aquí (ahora sí mandamos!) nuestro pequeño homenaje a una pareja genial que derrocha cariño en cada paso. En cada mirada como la de Curro aquí mismo. ¿Quién dijo que las fotografías no hablan?


3 comentarios:

  1. Si es que teníais que dejar la cámara!jajajajajaja....esta foto es increíble no puedo esperar para las demás!!un beso a los doooos!!!

    ResponderEliminar
  2. Queremos ver las fotossss!!! No sé porqué pero algo me da que nos van a encantar...

    ResponderEliminar
  3. Ole por esos fotógrafos que tanto trabajo bueno hacen. En Burgos hoy estamos de luto porque ayer murió uno de los más grandes que teníamos aquí y en España. Enhorabuena por vuestro trabajo

    ResponderEliminar