miércoles, 26 de junio de 2013

María y su casita abandonada

De cada temporada, una sesión. De cada sesión, una foto. Siempre hay algo que sobresale del resto cuando terminas un trabajo, pero este año me ha sido dificilísimo descartar fotografías para subir resúmenes de los álbumes de comunión que hemos realizado. Algunas tienen más significado que estética, pero todas tienen una carga emocional enorme. Nos implicamos en todos los clientes como si los álbumes fueran para nosotros, y con cariño las cosas, dice mi madre, siempre saldrán bien.

En esta ocasión, cogimos a María casi cuando la temporada de comuniones estaba cerrada. Era imposible decirle que no con la ilusión que llevaba al ver las fotos de los reportajes que ya habíamos hecho. Se enamoró a primera vista de la casa abandonada y quiso que su sesión de fotos la hiciéramos allí. Y como no sabemos decir que no...




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